Sevilla y Betis iban a dividir una
ciudad en dos bandos rivales en el que probablemente sea el derbi más
vivido y con más emoción en España.
Si retrocedemos un año y comparamos
este partido con el Sevilla-Betis de la temporada pasada encontramos
ciertas similitudes, gran partido de Reyes, goleada sevillista, goles
tempraneros y una expulsión de un jugador bético por doble
amarilla.
El partido empezó con un gol en el 2'
de Bacca, jugador que está cuajando una gran temporada, a pase del
hombre del partido, Reyes. El utredano, desaparecido en lo que
llevamos de año y parte del pasado, salió por la puerta grande tras
completar un sensacional partido.
En la primera parte reinó el
desconcierto y un jugador brillo por encima del resto, solo uno veía
pases donde unicamente había golpes y más golpes. Así llegó el
primer gol, pase de Reyes en profundidad que supera a una defensa
verdiblanca que tiró mal el fuera de juego y Bacca define bien ante
la salida de un dudoso Sara.
El canterano del Sevilla volvió locos
a toda la defensa bética, en especial a Paulo que acabó expulsado
por doble amarilla. La primera fue por protestar y la segunda por
parar un contraataque que organizaba Reyes al borde del descanso. A
la salida de la falta provocada por Paulao, M'Bia marcó el segundo
gol de cabeza y dio la estacada final al Betis.
La segunda parte no tuvo color, los
verdiblancos no aparecieron hasta que el Sevilla bajo el nivel y eso
fue con 3-0. El tercer gol lo metió el canario Vitolo tras regatear
a Sara en una jugada donde Bacca peleó el balón todo lo que no está
escrito. Con el 3-0 y el Betis ko, la afición pedía con un grito
unánime la manita.
La manita no llegó pero el cuarto gol
sí, aunque para disgusto de los aficionados, tuvieron que esperar
hasta el último minuto de partido. De nuevo a balón parado pero
esta vez cambió el autor, lo marcó Iborra.
La mejor y única noticia para los del
Villamarin fue la vuelta a los terrenos de Rubén Castro aunque a Mel
y a los suyos se les espera una larga semana mientras que sus vecinos
estarán desbordados de felicidad por la victoria conseguida esta
noche.
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