Carlo
Ancelotti novato en esto de los clásicos en la liga BBVA se pensó que ese
centro alojado en Barcelona y apodado Camp Nou tenía más pinta de laboratorio
que de campo de fútbol, por lo que pensó que era un buen lugar donde realizar
unos experimentos propios de un alumno de primero de química.
De los
dos delanteros centros que tiene el Real Madrid, decidió desconvocar a uno
(Morata) y dejar en el banquillo a otro (Benzema) para alojar en la posición de
delantero a un jugador que no ha realizado pretemporada y que cada vez le pesan
más los millones que el club pagó por él que el cansancio muscular, posición
nueva para Bale, por mucho que se acuda al recurso: “Bale jugó ahí en muchos
partidos en el Tottenham”.
Decidió
a la vez que el único jugón del equipo (a decisión suya, ya que según él un
jugador como Özil es prescindible) Isco se quedara en el banquillo y no jugara ni un solo minuto, es decir,
quiere ofrecer un fútbol espectáculo, sin poner a los jugadores que lo crean…
Y por
último se decantó por jugar con tres mediocentros, o también llamado “trivote
ultradefensivo” en la época de Mourinho.
Con la
novedad de colocar por delante de los centrales a Sergio Ramos, el cual nunca
había jugado en esa posición con el Real Madrid, me preguntó por qué no decidió
poner mejor a Pepe ahí que ya había jugado contra el Barcelona en esa misma
posición, realizando unos partidos realmente buenos.
Como
resultado a este experimento del gran químico Carlo Ancelotti tuvimos una
primera parte desastrosa (algo que cada vez va sorprendiendo menos en la
afición), encajamos un gol en los primeros 20 minutos y apenas realizamos tiros
a puerta, el equipo estaba desequilibrado, con un Mediocentro defensivo que vio
una tarjeta amarilla demasiado pronto por su falta de cabeza (Algo que también
va sorprendiendo cada vez menos al aficionado) y falta de experiencia en esa
posición.
En la
segunda parte con un Barcelona algo más acomodado e introduciendo un par de
cambios obvios (Illarramendi por Ramos y Benzema por Bale) el equipo empezó a
jugar mejor, había más asociaciones, más pases… más sentido común en el
objetivo de llegar a puerta.
Por
motivos del azar (¡un palo!¡un palo!) y por motivos institucionales (no le
salió de los h….. a Undiano pitar ese penalti que lo vio hasta Juan José
Padilla “el pirata del toreo” con el ojo malo) el Real Madrid no consiguió un
empate merecido o una victoria inmerecida.
El
equipo invita a tener la sensación de haber vuelto a la era pre-Mou, volvemos a
buscar la fórmula para contrarrestar el estilo Barcelona, una fórmula que ya
teníamos patentada, creada y utilizada, pero que su creador Don José Mourinho
se la llevó para Inglaterra. Y por lo visto el alumno Ancelotti no aprendió
nada observando las clases magistrales del portugués, por lo que tocan más
experimentos, más fracasos hasta llegar de nuevo al producto deseado.
PD: En
días como hoy no tenemos un entrenador que denuncie que el Real Madrid ha
tenido un día menos de preparación para el partido, o que el árbitro ha perjudicado
claramente al Real Madrid en el partido de hoy, incluso se podría decir que a
día de hoy el Real Madrid sigue sin entrenador… ¿Cuándo llegará Ancelotti
realmente?
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