El fútbol andaluz vive desde el
cambio de milenio su época dorada. Prácticamente, todos sus equipos históricos
han estado o están en la máxima categoría. Es más, la región ha visto ganarlo
prácticamente todo al Sevilla, al Betis como campeón de Copa y billete para la
Champions, al Recreativo como subcampeón de España y al Almería como
semifinalista, al Cádiz regresando a la élite desde las ‘catacumbas’ de la
Segunda B, al Xerez debutando en Primera, al Granada poniendo fin a su exilio forzoso
de la División de Oro y a un Málaga que a base de petrodólares aspira este año
a regresar a Europa por la puerta grande.
Pero todavía hay un conjunto
que falta, cuya vuelta a la Liga de las Estrellas se está demorando demasiado,
desde la ya lejana temporada 71/72. Se trata del Córdoba, aquel equipo capaz
de dejar al Barcelona sin Liga, pese a estar ya descendido, tras materializar
Fermín un penalti que quedó para la posteridad. A partir de ahí, el cuadro
califal ha vivido su particular travesía por el desierto, pasando por Segunda,
Segunda B e incluso Tercera, en la campaña 84/85.
Y no fue nada fácil ver a los
blanquiverdes remontar el vuelo. Hasta el punto de que no volvieron a jugar en
la Categoría de Plata hasta la 99/00, tras catorce larguísimas temporadas en la
de Bronce. Es más, en 2005, tuvieron que volver a empezar, tras descender de
nuevo a Segunda B. Aunque todo quedó subsanado en un par de campañas,
logrando frente al Huesca un nuevo ascenso a Segunda, donde este curso están
dando muchísima guerra, soñando con reverdecer viejos laureles.
Curiosamente, el conjunto califal
lo está haciendo justo en la campaña en la que se cumple medio siglo de la
primera vez que subió a la máxima categoría. Fue en la 61/62, cuando, además, se
coronó como campeón de Segunda. Lo logró sin salir de Andalucía, en el estadio
Colombino de Huelva, imponiéndose con toda justicia al Recreativo por 0-4.
Homar y, sobre todo, Miralles, con un ‘hat trick’, se convirtieron en los héroes de aquel 1 de abril de 1962,
inscribiendo sus nombres para siempre en la memoria colectiva de El Arcángel.
Así, el 16 de septiembre de 1962,
frente al Valladolid, el Córdoba debutó en la máxima categoría. En aquel duelo,
Juanín anotó el tanto de la victoria y dio los dos primeros puntos del curso a
un equipo que terminó salvando la categoría endosándole una ‘manita’ al Elche.
Fue sólo el preludio de lo que sucedería apenas dos temporadas después, en la
64/65.
Entonces, toda España se enteró
de la existencia del cuadro blanquiverde, que terminó quinto, por encima incluso de clásicos
como el Barcelona y el Athletic. Gran parte de culpa de aquel éxito estuvo en
que El Arcángel se convirtió en un auténtico fortín, viendo tan sólo dos tantos
visitantes en todo el campeonato, algo que ningún otro equipo ha vuelto a
igualar jamás. De hecho, sólo anotaron Di Stéfano, en la segunda jornada
liguera y defendiendo la elástica del Espanyol, y Ricardo Costa, en propia
puerta y para el Zaragoza, en la vigesimotercera.
Con ello, sólo Atlético de Madrid
y Murcia pudieron llevarse puntos del coliseo califal, con sendos empates a
cero. Mientras, el resto terminó hincando la rodilla, incluyendo al Real Madrid
y el Barcelona, que cayeron por la mínima contra los blanquiverdes. De este
modo, el único pero que tuvo aquella campaña fue que el conjunto cordobés no pudo
jugar la Copa de Ferias, puesto que aunque por clasificación se había ganado el
derecho a hacerlo, la ausencia de una feria de muestras de importancia en la
ciudad califal hizo que ese privilegio recayese finalmente en Zaragoza,
Valencia, Barça y Espanyol. Eso sí, para la posteridad quedó haber sido la
primera escuadra capaz de desafiar a los ‘grandes’ en este sentido.
Sin embargo, aquella gesta no
tuvo continuidad y los andaluces se vieron condenados a ver las cosas de mitad
de la tabla hacia abajo. Así, en la 68/69, tras finalizar colistas, se consumó
el descenso de la escuadra de El Arcángel a Segunda. Allí, la travesía apenas
duró un par de años, los que el equipo necesitó para regresar a la máxima
categoría, donde jugó por última vez en la 71/72.
Ahora, cuarenta años después y de
la mano de Paco Jémez, el cordobesismo sueña con volver a una Primera división
en la que ya han estado prácticamente todos sus hermanos y en la que se le echa
y mucho de menos. Hasta el momento, las blanquiverdes están haciendo todo
cuanto está en su mano para lograrlo, ocupando la sexta plaza de la tabla, que
daría acceso a jugar el ‘play off’ de ascenso. ¿Por qué no iba a ser este año
el del retorno a las alturas? Ya la competición se encargará de dictar
sentencia. De momento, como dicen por tierras califales: la ilusión, ni
tocarla.
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