Por fin. El culebrón Diego ha terminado. El mediapunta brasileño firmará hoy con el Atlético de Madrid un contrato que le ligará al club rojiblanco por una temporada en calidad de cedido, sin opción de compra. Las negociaciones han sido muy duras.
Clemente Villaverde y Jose Luis Pérez Caminero han mantenido intensas reuniones en Alemania durante el lunes y el martes. El Wolsfburgo quería sacar una cantidad económica razonable en base a la calidad del jugador, pero el principal problema que se han encontrado a la hora de sentarse a negociar es que el técnico no contaba con él, por lo que estaban obligados a deshacerse del jugador. Esto, unido a que ningún club se ha unido al interés rojiblanco por Diego, ha hecho que los alemanes tuvieran que claudicar ante las opciones propuestas por el club madrileño: 5 millones de euros en forma de traspaso o una cesión.
De esta manera, tras cerrar la cesión por una temporada de Diego Ribas, el Atlético de Madrid cierra una plantilla a la medida de Gregorio Manzano y con dos jugadores por puesto de calidad contrastada, con una mezcla interesante de veteranía y juventud, lo que hace del club madrileño una de las apuestas en el fútbol europeo. Al técnico jienense le gusta jugar con un rombo en el centro del campo, o en su defecto con un 4-2-3-1. Tiene efectivos para desarrollar ambos sistemas y, con la llegada de Diego, tiene un mediapunta nato capaz de asociarse, con último pase y gol, lo que hace que este fichaje sea la guinda del pastel para el entrenador rojiblanco.
Así, el brasileño llega como el undécimo refuerzo tras Courtois, Sílvio, Miranda, Gabi, Tiago, Arda Turan, Salvio, Pizzi, Adrián y Falcao, lo que hace que, tras un verano de inmensas dudas entre la afición, al final se haya construido un equipo muy competitivo y que promete muchas tardes de gloria en el Vicente Calderón e intentar ser una de las apuestas por la liga BBVA.
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