Al son de Beñat

El equipo verdiblanco ha vuelto. Tras haber estado varias jornadas sin ganar y desempeñando un juego bastante mediocre, el Betis vuelve a dar una alegría a su sufrida afición derrotando de forma brillante al Málaga en el derbi andaluz.

El conjunto sevillano comenzó el partido como se debe empezar este tipo de encuentros, presionando al rival y concentrado. De esa concentración se produjo el primer corner del partido, que Beñat se encargó de ponérsela en la cabeza a Molina para que éste la metiera en la portería. El reloj no marcaba todavía el primer minuto de juego.

Desde ese momento, el Betis empezó a presionar de la mano de Cañas y sus atacantes de tres cuartos, Juan Carlos, Campbell y Pabón, la salida de juego del Málaga. Cada recuperación que lograba el Betis llegaba a Beñat y éste se encargaba de llevarla al área contraria. Fruto de esa intensidad llegaron diferentes ocasiones béticas, que Willy impedía que fueran el segundo gol, y otro saque de esquina, que de nuevo Beñat y su guante se la pusieron a Mario para que éste, al más puro estilo Puyol contra Alemania, marcase el segundo.

El Betis siguió atacando y presionando a un Málaga que no había puesto en peligro el área de Adrián. De esta forma llegó la jugada polémica del partido. Penalty claro de Camacho, provocado, cómo no, por una falta sacada Beñat, que Molina se encargó de meterla dentro. Sin embargo, el árbitro no consideró que el balón había entrado. Al filo del descanso, esto quedó en anécdota. Otra vez centró Beñat, y en el segundo remate, tras paradón incluido de Willy, Pabón remató a gol.

En la segunda parte, el Betis jugó con los minutos manteniendo la pelota, especialmente desde la expulsión de Camacho, que como todo el Málaga estuvo desbordado por la superioridad bética, no obstante aún tuvo alguna llegada peligrosa al área rival.

Resumiendo, la intensidad del Betis acorde con el control de Beñat superó a un Málaga cansado por su último partido de Champions. El beticismo vuelve a sonreír. 


Twitter: @DavidCS1990