Pocas
veces (por no decir nunca) he escuchado a un capitán del Real Madrid decir: “Las
críticas de la gente me entran por un oído y me salen por el otro”, a veces
estos reyes de la sociedad tienden a olvidar gracias a quien están donde están
y cobran lo que cobran.
A veces
olvidan que esos que le critican es porque aman al equipo que le pagó 30
millones de euros para que viniese, porque esos que te critican cobran quizás
600€ al mes y se gastan 80€ en una camiseta con su nombre, a esos es a los que
se debe y para ellos, es decir, para nosotros es para los que tiene que rendir
a un máximo nivel en cada partido, nunca lo olvides Sergio.
Llevamos
mucho tiempo aguantando un mal rendimiento de un jugador que está más pendiente
de mantener su ego personal, su disfrute con apariciones en programas
televisivos y campañas de publicidad de moda. Respeto que quiera ser un payaso
de la pequeña pantalla o incluso un gran modelo, pero que deje el fútbol para
dedicarse plenamente a ello, o como mínimo, asegúrate que en tu oficio
principal, es decir, el fútbol, tienes un nivel adecuado como para permitirte
una serie de escarceos ajenos a este mundo.
Entiendo
que las críticas injustificadas acaben minando la moral del cualquier personaje
público, pero lo que no entiendo ni respeto, es la pasividad y la chulería de
hacer caso omiso a unas críticas por parte de tu afición, que lo único que
piden es que mejores tu rendimiento y te centres en tu trabajo, o lo que es lo mismo,
te exigen lo mínimo que te podrían exigir: PRO-FE-SI-O-NA-LI-DAD.
Es algo
indiscutible que Sergio Ramos tiene unas condiciones inmejorables para ser el
mejor central del mundo y estar en el Top ten de los mejores de la historia, pero
las condiciones si no están acompañadas de un trabajo físico y mental, no
sirven de nada (siempre se me viene a la cabeza Adriano, aquel magnífico
delantero del Inter de Milán, prometía todo y se quedó en nada).
Y que Ramos acabe diciendo en esas ilustres e iluminadas declaraciones, que no se debe
señalar con el dedo a ningún jugador y si hacerlo conjuntamente… Explícales a
los Jesé, Ronaldo, Modric, etc. Que no se les puede alabar porque en general el
equipo ha sido un desastre por dos errores (cagadas, si hablamos en cristiano) de su segundo capitán… ¡Qué poca
autocrítica!
Hay una
delgada línea entre la motivación profesional y el ego personal, creo que está
línea, el guitarrista del fútbol, el flamenco de los vestuarios, la sobrepasó
hace tiempo.
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