La palabra preocupación se ha instalado por vez primera en Can Barça desde los primeros días de Pep Guardiola en el banquillo con aquella famosa derrota en Soria ante el Numancia y un empate en casa.
Los tiempos de excelencia futbolística carecen de vigencia en el presente. El Barcelona encadena una racha terrenal de tres empates consecutivos, Madrid y Villarreal en Liga, y en las apuestas por la Copa del Rey ante el Valencia. Además en dos de los tres partidos, ante el Madrid y el Valencia, fue un premio mayor porque merecieron la derrota.
En estos números exentos del virtuosismo de ataño se entiende que mucho han influido las bajas, especialmente la de Andrés Iniesta. El de Fuentealbilla se lesionó frente al Madrid, participando sólo durante los primeros minutos y perdiéndose las citas contra el Villarreal y el Valencia. Para más inri por decisión técnica Xavi no completó el duelo en El Madrigal y ni si quiera saltó al césped de Mestalla.
Sin los dos genios de la Masía el Barça sufre. En tres partidos sólo han logrado ver puerta en tres ocasiones. El equipo de los 59 tantos ligueros se ha quedado cojo en el aspecto de las asistencias, lo que afecta directamente a Messi y Cesc, dos de las apuestas del fútbol europeo. Cuando ellos no ven puerta, al Barça le cuesta mojar. Los dos principales artilleros del equipo han ido de más a menos en esta temporada. Durante la primera fase del campeonato vivieron un feliz rencuentro desde la adolescencia que pasa por un mal bache.
En Mestalla se vivió una situación poco habitual. Messi, el hombre de los tres Balones de Oro, erró ante Alves una pena máxima, repitiendo la situación del Camp Nou con Javi Varas como protagonista.
Más allá de sus cuatro artistas el bajón está estrechamente ligado al cansancio físico. La cuesta de enero se les ha empinado más que nunca con tanto lesionado. Las alineaciones del de Santpedor han estado demasiado condicionas por las bajas con muchos jugadores con más intervenciones de las previstas, sin poder entrar en la rueda de las rotaciones tan características en años anteriores.
Por otro lado, parece que José Mourinho marcó el camino a seguir. El luso ha descifrado el jeroglífico al tablero de ajedrez del técnico azulgrana. Villarreal y Valencia por este orden han copiado el plan del Mourinho con mismo resultado: tablas en el marcador. Falta por descubrir el de la victoria o la derrota, según se mire.
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